ChrístopherCasasEnvivoyendirecto

lunes, 29 de noviembre de 2010

Jugar a papás y mamás

No es que sea particularmente defensor de Wikileaks, es más, me parece una aberración informativa. Seamos sinceros, porque ataca directamente a mi ¿futura? profesión, por un lado, pero también porque la gente no está preparada para consumir información en estado puro. Los periodistas están para digerirla e interpretarla por ellos. Aún así, he de lanzar una piedra a mi propio tejado y reconocer que el periodismo de investigación ha muerto. O más bien, ha sido asesinado por los intereses empresariales que todo medio esconde hoy en día detrás de sí. Y Wikileaks es lo que más se le parece. Y de aquí parto para el tema que quiero tratar.

La redacción de EL PAÍS debe de ser esta semana una fiesta. Las visitas al portal digital y las compras de ediciones impresas deben de haberse disparado, y no es para menos, cuenta con una exclusiva de impacto similar al 11-S en su época: Wikileaks le cedió, hace unas cuantas semanas, el tratamiento para el mundo de habla hispana de los más de 2000 documentos que dicha organización ha "robado" al Gobierno de los EE.UU. Un cargo que ostentan The New York Times, The Guardian, Le Monde y Der Spiegel en sus respectivas zonas de influencia. Es decir: cinco periódicos, marcados por una tendencia "izquierdista" y por ser las principales cabeceras de referencia en Occidente, están tratando la mayor cantidad de información comprometida de un gobierno en toda la historia.

La filtración me parece, sinceramente, cojonuda. Por fín se muestra al desnudo algo que ya conocíamos tácitamente: EE.UU. es la mano que mueve las piezas del ajedrez que compone el mundo, y siente el mismo desprecio por blancas que por negras. Al fín y al cabo, cualquier cosa que escape a sus fronteras es bazofia. Lo que me indigna es que los Estados europeos, tras descubrir las graves faltas, delitos y mofas que se han hecho en los círculos diplomáticos norteamericanos sobre ellos, le restan hierro al asunto y luchan por mantener la compostura y la sonrisa helada ante la situación. No se atreven a mover sus propias piezas del juego.

Mi pregunta es: si tanto presumimos de nuestro poder, de que la Unión Europea es la mayor potencia mundial, de que todos quieren congraciarse con Bruselas y ser respetados por el viejo continente, ¿por qué ponemos el culo en pompa ante los EE.UU.? ¿No somos grandes? ¿O acaso solo eramos niños jugando a ser adultos? Europa: vieja, herida y ahora, cobarde.

2 comentarios:

  1. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH

    cuenta como grito? :/

    ResponderEliminar
  2. Me sorprende que tengas tantos blogs y puedas dedicarte a todos ellos tan bien.

    ResponderEliminar