ChrístopherCasasEnvivoyendirecto

viernes, 28 de mayo de 2010

Laberintos

Necesitamos recortes, está claro. Que sea a costa de que gran parte de la población trabajadora pierda en torno al 5% de sus salarios... peor sería perder el trabajo. Mientras se haya empezado por reducir, y en mayor cantidad, el que se gana en las posiciones más grandes, me parece hasta bueno.

Lo que no entiendo es la política de enredos de la administración para evitar a toda costa conceder un dinero que se supone debería garantizar el Estado del Bienestar por encima de cualquier crisis, es decir, Sanidad y Eduación.

Respecto a lo primero, dejando de lado el enjambre de hospitales privados subvencionados por la Generalitat (véase Alzira), o la tardanza en construir La Nueva Fe (todo el mundo sabe que salva más vidas el circuito urbano), he de reconocer que me siento satisfecho de una Seguridad Social que, a pesar de sus largas (inmensas, eternas, infinitas) colas y listas de espera, no deja a nadie fuera de una atención de altísima calidad.

Respecto a lo segundo, ya es otra cosa. Y hoy no me voy a centrar en las malas y continuas leyes de educación que al parecer sirven para incrementar el porcentaje de ignorantes (algo que a los políticos siempre les es útil) más que para educar y progresar. Hoy voy a hablar de las Universidades, pero tampoco del plan Bolonia, que da para muchos artículos. Hoy hablo de las becas.

El año pasado perdí la cuenta de papeles que habia que hacerm para solicitarla, y se me acabaron las uñas de las manos y de los pies esperando la concesión. Pero este año se superan: estamos a mayo, y ya sólo queda un mes para que acabe el plazo de inscripción en la web del Ministerio de Educación y Cultura. Sin esa inscripción, perdida en un cúmulo de páginas interconectadas de fácil pérdida, o si sete olvida la contraseña (con más requisitos que he visto nunca) que proporcionas al inscribirte, perderás tu oportunidad de solicitar beca en julio (otra cosa es que te la den y otra aún más incierta cuándo te la pagarán).

Es decir, los trámites se han multiplicado y dificultado un año más, con la única intención de que se pierda en el camino la mayor parte de solicitantes posibles. Eso son las garantías sociales en España: causas perdidas en un laberinto administrativo.

lunes, 17 de mayo de 2010

Olvido


Eso les hubiera gustado a ellos: que levantemos el muro que hemos construido con sudor, sangre y lágrimas para echar debajo todos los despojos en que nos han convertido, y después olvidar. Eso nunca, olvidar es un lujo que no me permito.

Sus muertos están enterrados bajo una placa en la que pone "Caídos por Dios y por España", yo no quiero que los míos tengan la misma placa, nada más lejos, me conformo con enterrarlos bajo su propio nombre que es lo único por lo que cayeron. Por ser quienes eran, y no quienes querían que fueran.

En palabras de Garzón, "Las heridas que no se limpian se vuelven a abrir", y esta lleva mucho supurando, aunque hayan querido negar su existencia.